Nos encanta presumir de talento local

Ante todo mujer y madre. Licenciada en Empresa, llevo dedicando toda mi vida al mundo empresarial, me considero emprendedora, imaginativa y preocupada por el mundo en el que vivimos.

Recuerdo los momentos más felices de mi niñez, cuando me sentaba a escuchar «os contiños» de mi abuela y de mi tía abuela (dos mujeres que influyeron en gran medida, en mi personalidad), hablando lo que ocurría en el pueblo, de los cultivos, del ganado, de las prendas realizadas a mano utilizado la lana de las ovejas. Recuerdo las típicas toquillas gallegas, que utilizaban todo el año, los calcetines que utilizaban con sus zuecos, los colchones de lana; así como cuando contaban las horas de largos caminos para llevar a los molinos a moler el maíz, para la elaboración del pan.

Todo esto me apasiona y creo que es momento de que las nuevas generaciones conozcan tradiciones que generan nuevas oportunidades y hacen que nuestro mundo sea más sostenible.

Mi aportación en Amorodeira será generar la curiosidad por conocer a nuestros artesanos y sus productos dentro de la tradición y la modernidad de sus diseños. Contar historias que se hacen realidad a través de las manos de muchas mujeres y hombres que han decidido cambiar su manera de vivir.

Si queremos cambiar el mundo, el cambio empieza primero por nosotros mismos. Cada gesto cuenta y la compra es el acto cotidiano más transformador.

Me encanta ayudar a las personas a avanzar en su camino. Por eso, en mi vida profesional acompaño a personas emprendedoras a adentrarse en el mundo digital de manera consciente y natural.

En mis ratos libres me apasiona tejer y hacer ganchillo, me ayuda a desconectar y despierta mi lado más creativo. He descubierto que trabajar con las manos es algo poderoso, convertir en realidad un diseño que surge en mi cabeza es un proceso transformador que me sorprende cada día.

Mi propósito en Amorodeira es hacer realidad el poder transformador de las personas. Un lugar donde la compra se hace consciente y se convierte en un acto de transformación del mundo en el que vivimos.

Como reza nuestro lema «el cambio está en nuestras manos».

Mantener una actitud consciente significa respeto.

Por el planeta que habitamos, por las personas con las que tratamos, por nosotros mismos al fin y al cabo.

Y procuro mostrar ese respeto desarrollando webs con bajo impacto en las emisiones de carbono, fácilmente usables y accesibles.

Y trabajando solo en proyectos que se alineen con mis valores. Porque no todo vale.

Por eso, cuando Mónica y Marita me hablaron de su idea de crear una tienda de venta consciente, me enamoré del proyecto y les pedí unirme al equipo.

Amorodeira cumple con todos mis requisitos y se alinea con mis valores. Y no dudo de que también lo hará con los tuyos.

No hacen falta grandes gestos para «salvar el mundo». Simplemente haz lo que puedas, con lo que tengas, en donde estés.